viernes, 29 de marzo de 2013

Caso bombas en Temuco


 
En la imagen: Extintor que sirve como contenedor del
explosivoy polvora negra en un recipiente plastico.
 En la mañana del jueves 28 de Marzo fueron allanadas, según la prensa, dos casas Okupa en la ciudad de Temuco, en inmuebles de calle Capri 2120 interior y San Ernesto esquina O´Higgins, pleno centro de la ciudad. Resultando ocho joven “Okupas” de tendencia anarquista detenidos.
Se encontraron, según carabineros y el fiscal de La Araucanía, Alberto Chiffelle, Carabineros incautó dos bombas con extintores a medio armar, pólvora, mechas y relojes detonadores, además del manuscrito de un comunicado en que se atribuyeron la autoría de dos atentados.

Parte de los elementos encontrados en una de las casas.
Rápidamente en las redes sociales, alguna que otra página web anarquista y opiniones de lectores de los medios de comunicación que publicaron la noticia, surgió la teoría de otro nuevo montaje de las fiscalías y policías en conjunto con los medios de comunicación.
Seamos claros, hoy existen montajes, nuestro gobierno, nuestras policías y las fiscalias montan mentiras para lograr obtener órdenes de registro por parte de los jueces, para obtener detenciones y hasta condenas, etc.
Lo sé bien que los montajes existen, por experiencia personal.
Pero hay situaciones en que se ponen a gritar "Montaje, montaje..." como una reacción predeterminada, como loritos o como Juanito el pastor que anunciaba a un lobo inexistente, apenas se produce algún hecho que afecte a personas vinculadas al anarquismo.
Tenemos el “Caso Bombas” que término con todos los detenidos sobreseídos y en libertad, claro los grupos anarquistas y de izquierdas durante todo el proceso hablaron de un “Montaje” del fiscal Alejandro Peña y el gobierno en la figura de Rodrigo Hinzperter.
Pero que haya existido un montaje en el “Caso Bombas” y notorias presiones del ministerio del interior a las policías y fiscalía, no quiere decir que existió un montaje absoluto en el caso.
Paso a explicar:
Una de las casa allanadas, que no seria una "Okupa", si no
una vivienda arrendada a uno de los detenidos.
Si han existido atentados explosivos derivado del actuar de grupos, células o individuos vinculados a casas “Okupas”, como en el “Caso Bombas” en Santiago, pero como las policías no poseen la metodología para dar con estos grupos que inspirados por el anarquismo realizan atentados terroristas, se ven obligados a usar la técnica de la pesca de arrastre vía un buen montaje para obtener ordenes de registro y de ahí para adelante tratar de dar por medio de la confección y la delación con los verdaderos culpables.  Pero en el “Caso Bombas” esto no resulto eficaz, debido a que precisamente se trataba de un montaje, las pruebas resultaron insustanciales.
Los medios de comunicación simplemente se limitan a repetir la información entregada por las policías y fiscalía, no existe una maquinación oscura tras bambalinas para culpar a anarquistas de tal o cual atentado, si algún joven ácrata imagina a un alto oficial policial reuniéndose días previos a un allanamiento con el editor de un medio para planificar como se expondrá la noticia a la opinión pública está profundamente equivocado. La cosa es más sencilla, los periodistas en los medios, los cuales muchos de ellos son de izquierda aunque el medio sea de derecha, simplemente informan lo que la fuente les da (en este caso fiscalías) sin detenerse mucho a meditar o investigar lo que allá podido ocurrir.
Por la otra vereda, los medios independientes, bueno la palabra independiente es solo un decir ya que en solo una pequeña proporción nos encontramos con algún medio realmente independiente, son medios de izquierda y son los que sin mucho análisis lanzan la palabra “MONTAJE”, muchos de esos medios en especial los que se autodenominan “Contra información” están vinculados al anarquismo, sean en la web, radios comunitarias y algún pequeño pasquín. Y finalmente les da lo mismo que allá pasado, siempre será “Montaje”.
Así que como saber la verdad para nosotros los simples integrantes de la opinión pública. Difícil cosa.
Volvamos a lo de las policías.
Las policías no tienen la capacidad de dar con los culpables de los atentados, ellas están formadas en la lucha contrasubversiva a la antigua, esa en que existen células con una red de financiamiento, inteligencia, aprovisionamiento y líderes que establecen una estrategia y las tácticas a llevar a cabo y por tanto que cosas son los objetivos de los atentados y que se espera de estos. A la usanza de lo que fue el FPMR, MIR u otro grupo terrorista de los 80s-90s en nuestro país o como podrían ser el IRA, ETA, Brigadas Rojas, etc. en otros países.
Caricatura sobre actitud anarquista
Pero en el caso de nuestros anarquistas, nada de eso ocurre. No existen redes de financiamiento y aprovisionamiento, simplemente porque los artilugios explosivos son baratos y su fabricación es a partir de elementos sencillos, todos posibles de adquirir en tiendas o incluso de material de desecho y claro ninguno de los atentados cuentan con un gran poder explosivo o de rompimiento, pero al caso a ellos les da lo mismo, además que los manuales los puede bajar cualquiera desde internet; los elementos de la célula (aunque es impreciso hablar de célula, la llamaremos así por ahora, para mayor compresión) no viven en la clandestinidad como lo hacían los maristas o frentistas, participan activamente en distintas actividades de los colectivos anarquistas, sin impórtales mucho llamar la atención ya que hay una desvinculación entre una y otra actividad, por lo que no son necesarias casas de seguridad, traslados o cualquier otro gasto operativo.
Como no existe una estrategia de lucha, no existe objetivos a corto o mediano plazo, ya sea porque su misma ideología anarquista los lleva a actuar de manera desvinculada o porque sus miembros son psicológicamente inmaduros para asumir una orgánica mayor para obtener mayores avances, no poseen estructura y por tanto no usan la inteligencia (en el sentido militar del termino) que recabe datos e información que les permita planificar sus acciones de mejor manera, por lo que sus atentados carecen de una lógica que los lleve de una posición a otra, solo los hacen porque son símbolos de poder como bancos, iglesias, oficinas de gobierno, policías, gendarmería o similares. Como no usan inteligencia y no tienen una estrategia, simplemente los blancos son aleatorios, depende casi del estado de ánimo de los integrantes del grupo que comete el bombazo, por lo que es casi imposible prever en donde será un nuevo atentado.
No se pueden llamar células en el sentido marxista de lucha armada a estos grupos, ya que actúan principalmente por amistad, son personas que se sienten vinculadas por la ideología y actividades conjuntas previas a la decisión de cometer un acto de carácter terrorista, se conocen en tocatas, carretes, marchas de protesta, acciones de propaganda, etc. vinculadas a grupos anarquistas u okupas. Primero surge entre ellos un sentido de amistad, se conocen y comparten además de ideas políticas sus propias vidas, a diferencia de las células militarizadas de la izquierda tradicional en que se solía compartimentar la información de los miembros de una célula (usar chapas, no conocer la vida personal del otro y en casos ni siquiera saber dónde vivía).
La formación de un grupo de amigos cercanos, en que existe confianza entre ellos, no necesariamente representa que estos vayan a realizar un acto violentista en un futuro, de hecho la mayoría de ellos no los realiza. Pero esta estructura informal de amigos está constantemente bombardeada por la idea de la lucha armada al interior del mundo anarquista con frases como: “La única iglesia que ilumina es la que arde”, “Destrucción del Estado y la burguesía” etc. A pesar de que el anarquismo a su vez proclama la no violencia a través de sus postulados y literatura, que suelen ser poco leídas hasta por los mismos anarquistas, la iconología violenta es muy común y los actos violentos como los enfrentamientos con la policía y la destrucción del mobiliario público son resultado de este ambiente de llamado a la violencia y la forma en que son conocidos por la sociedad y los eventuales nuevos adherentes, que llegan esperando actuar su ideología por medio de la violencia.
Una vez establecido este grupo de amigos bombardeados a diario por la idea de violencia, es solo cosa que uno de ellos incline la balanza y surja la idea de realizar un acto explosivo. De ahí la fabricación y colocación de aparatos explosivos es fácil.
La posibilidad de un bombardero solitario es difícil, como son jóvenes, para ellos es tan importante la experiencia en si como compartir esa experiencia con un grupo de pares, como un niño que no va solo a lanzar piedras a los autos, solo porque es fome que no haya uno o varios amigos para después por el comentario extender la experiencia; como también es difícil que sean integrados otros jóvenes fuera de su grupo a la experiencia, así la compartimentación con el resto de la comunidad anarquista se da de manera natural.
El grupo puede realizar el acto violentista, una o varias veces y luego disolverse de la misma manera que fue iniciado, eventualmente un grupo que ha realizado uno a tres actos de bombardeo, es tan difícil de ubicar como un ladrón que roba una sola vez, si tomamos en cuenta que son personas sin antecedentes penales, que actúa de manera común al resto de sus pares anarquistas.
Una vez disuelto el grupo en sus objetivos de bombardeo, lo que no quiere decir que no sigan participando en otras actividades, uno o varios elementos del grupo pueden reiniciar el proceso y crear otros grupos que realicen actos terroristas con similar efímera existencia.
Las principales motivaciones son el sentimiento de impunidad que se logra, Total se hizo una vez ¿Por qué no otra?, la adrenalina que les proporciona la actividad y el reconocimiento del grupo.
Infiltrarse a un grupo así es prácticamente imposible para la policía, la mayoría de estos grupos son integrados por gente que participa desde su adolescencia, es difícil por medio de intervención telefónica, pues estos grupos hablan no habla lo importante por teléfono.
Hasta que no actualicen sus metodologías investigativas las policías no pueden hacer mucho y la práctica del montaje solo desacredita las investigaciones futuras.
Para el anarquista la lucha violenta está justificada por la violencia del sistema, claro esta violencia sistémica es muy distinta a la que el común entiende por violencia; para el anarquista la violencia es muy variopinta, va desde el sistema laboral asalariado en que la mayoría vendemos nuestra mano de obra, la existencia de cárceles (el anarquista concibe al delincuente como una víctima del sistema y luchador inconsciente contra el sistema), la existencia misma de entidades como policías y fuerzas armadas, hasta la represión policial; bajo esto el anarquista no se siente un violentista, se siente una víctima que responde y que es perseguida por el solo acto de ser él.
¿Qué el anarquista tiene un delirio persecutorio? Pues si claro, se siente perseguido y sometido por la sociedad, cada figura de autoridad le es amenazadora sea un guardia de seguridad o un profesor (algunos piensan que es una rebelión a la figura paterna de forma extendida) hasta policías y sacerdotes. Por lo que siempre se va a sentir inocente de sus actos (provocados por el sistema) y víctima de quien no quiere su libertad.
Un caso de esto es la negación que la colocación de explosivos sea un acto “Terrorista”, en el juicio a Luciano Pitronello Schuffeneger que fue herido por su propia bomba, una de los argumentos para que no fuera aplicada la ley antiterrorista era que no había un objetivo humano en el acto, sino un inmueble no habitado y que por tanto seria mero vandalismo. Lo que no toma en cuenta la definición de la RAE: Forma violenta de lucha política mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de temor e inseguridad
Colocar una bomba, cualquiera sea su objetivo en un espacio público o privado que tenga una connotación publica es terrorismo, más incluso que un mero asesinato.
A pesar de esta violencia, no se debe confundir con un delincuente común, el anarquista que coloca bombas es intrincadamente cobarde, ya que colocar explosivos con aparato de relojería o mecha supone que no se estará cuando se produzca el daño, lo que es simplemente la búsqueda de impunidad; el anarquista que recurre a las bombas es incapaz de realizar un acto violento personalmente, en eso se diferencia del encapuchado común.
Por eso jamás se verá a un anarco-terrorista jalando del gatillo o empuñando un puñal, eso fuer de otros tiempos del anarquismo, para el anarco-terrorista de hoy esas armas son cosas demasiado cercanas, demasiado personales que lo exponen a lo que él no desea, el ser detenido o muerto.
Por eso el grito de “Montaje”, porque siempre se sentirá víctima de un mundo malvado que lo acosa.
Pero veamos qué cosas requieren un montaje, uno de esos reales que arman las policías.
No cualquiera es víctima de un montaje, paradójicamente la mayoría de las víctimas de montajes tanto en Chile como en el mundo no son personas que realizan actos violentos, si no que sus palabras o actos se vuelven incomodos y al larga peligrosos para el sistema.
No voy a hablar de mi caso, así que tranquilos, pero sobran en Chile.
Elena Varela, la cual realizaba un documental sobre el conflicto mapuche, su casa allanada y se le proceso durante dos años; Patricio Mery director de pnews.cl que a develado varios casos de corrupción en las FFAA y Carabineros, además de las conexiones de la CIA-PDI-Narcotráfico-Hinzpeter y la desestabilización del gobierno Ecuatoriano de Hugo Correa se le monto un caso de violencia intrafamiliar en que la expareja entrego en smatphone de Mery.
En ambos casos la situación era que estas personas por medios no violentistas habían puesto en jaque elementos del sistema, sin poderlos perseguir por ningún delito, la única opción era el montaje, como es el caso de Julian Assange y su Wikileak donde publico filtraciones de mensajes de las embajadas norteamericanas y finalmente fue acusado de un delito sexual.
Como pueden deducir estas personas si eran o son peligrosas para el sistema, no en su caso jóvenes anarquistas.
La sola idea anarquista en si no conlleva ningún peligro para el sistema, por el mismo hecho de ser inviable no representa amenaza al sistema y es una válvula de escape de disidentes muy inofensiva e incluso útil para el sistema para dar una alternativa a personas que de lo contrario tomarían otras alternativas.
Si bien en el caso de Temuco, una de las casas que la prensa insiste majaderamente en llamar “Okupa” no sería tal, porque sería una casa habitación que arrendarían sus ocupantes, único argumento que esgrimen los teóricos del montaje, dudo que estemos frente a un montaje, ya que no gana nada el sistema en detener personas que no le son molestas.
Pero veamos qué pasa.

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